Renaciendo siempre

 


"Los seres humanos no nacen para siempre el día en que sus madres los alumbran, sino que la vida los obliga a parirse a sí mismos una y otra vez" (Gabriel García Márquez)

Por casualidad, como casi todo lo bueno de la vida, esta frase apareció ante mí. Cualquier escrito de Gabo tiene siempre abierta la puerta de mi corazón y cuando la leí sentí que me la lanzaba directamente a mí, que me hablaba desde el más allá para darme la orden de reinventarme.

Ya hace un tiempo comprendí que mi destino era ser ave fénix. He muerto y renacido tantas veces que ya me parece que es como deben ser las cosas. Te caes, te levantas, te vuelves a caer, te vuelves a levantar... El secreto está en levantarse siempre y aprender algo de la caída. Si no puedes evitar la próxima, al menos, aprende a caer con estilo y a levantarte con más sabiduría.

La técnica del ensayo - error lleva dando resultados desde que el mundo es mundo. Pero no hay que olvidar que hay más formas de aprender y de enseñar. La vida nos enseña así, con vueltas y cogotazos. En nosotros está decidir cómo hemos de responder.

Siempre digo que ya he agotado las vidas de un gato, no sé dónde localizarme dentro de la fauna terrestre. Estaría bien no poner a prueba más veces la resistencia de mi ángel de la guarda ni seguir haciendo marcas en la pared por cada vez que vuelvo a alzar el vuelo. Pero quizá no sería yo. Así soy, aunque no lo pretenda.

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