Con dos manos izquierdas
Siempre había pensado que había nacido con dos manos izquierdas. Torpe a no más no poder. Porque siempre he estado rodeada de personas con grandes talentos que tenían una tremenda habilidad en todo aquello que intentaban. Parecía que todo era sencillo cuando otros lo hacían y una odisea cuando yo lo intentaba. Parecía que tenía dos manos izquierdas. Me producía una gran inseguridad intentar cualquier cosa. A mi lado siempre ha habido maestros cocineros, perfectas modistas, artesanos sublimes, científicos precisos y abnegados... Y yo les observaba viendo cómo no podía llegar a su nivel en ningún caso. Estos últimos años están siendo muy delicados. Mi vida ha cambiado como cuando le das la vuelta a un calcetín. Y me encuentro en pleno proceso de reconstrucción. En este camino he decidido que tengo que intentar todo, que lo importante es intentarlo aunque no lo consiga. Quiero poner fin a la dictadura del éxito a la que me estaba sometiendo. Fuera complejos y miedos. Por eso estoy muy or