Miopía

 Soy miope. También tengo astigmatismo y vista cansada. Un prodigio. Por eso no es de extrañar que no me entere de muchas cosas hasta que no las tengo encima. Pero ya empieza a ser problemático.

Me he acostumbrado a ver un poco borroso de lejos. No hay problema. También a que se me junten las letras. Tampoco supone ninguna dificultad. Me pongo las gafas y punto. Eso si, que sean bonitas, que voy a ser coqueta mientras viva.

Lo que me preocupa es la miopía sentimental. Para ésa, que yo sepa, no hay aún gafas que aclaren el panorama.

Antes tenía buen olfato para detectar capullos y flores, quizá por el coronavirus ahora tampoco los distingo.

La realidad es que en los últimos tiempos he tenido unos cuantos patinazos que me hacen desconfiar muchísimo de las primeras impresiones. He conocido a personas a las que he adoptado en mi vida como si fueran de mi sangre y algunas de ellas me han fallado. No sé muy bien el motivo pero la realidad es que me han defraudado. La verdad es que el motivo ya me da igual. Pasan a la carpeta de elementos eliminados y punto.

Por contra, afortunadamente, también he encontrado personas maravillosas con las que, a primera vista, no iba a tener mucha afinidad. Estoy muy orgullosa de tenerles en mi vida. No es que en un primer momento me causasen mala impresión, todo lo contrario. Simplemente pensaba que podíamos llegar a tener una amistad pero ellos me han demostrado mucho más de lo que yo podía esperar.

En este caso, tengo que dar gracias a la miopía. De lejos no lo veía del todo claro. Cuando se acercaron vi que eran fantásticos y que les quería tener cerca siempre. Ahora que están a mi lado sé que quiero que permanezcan para siempre.

Porque además de miope también soy muy cansina. Es lo que hay. Tengo cuarenta y cinco años y ya va a ser complicado cambiar. Por eso les agradezco tanto que me escuchen, que me aguanten y que me zarandeen cuando sea necesario.

En este momento de cambios tan importante en mi vida voy a hacer una limpieza importante. Tengo que liberarme de muchas cargas y soltar lastre. Habrá quien desaparezca, sin ruido, sin reproches, simplemente porque ya no caben en esta nueva etapa. Habrá otros que permanezcan, como llevan muchos años, a mi lado. Otros que se incorporen a la locura que me acompaña. A los que sigan a mi lado, les pido paciencia y sentido del humor. Estoy menopáusica y en plena catarsis así que muchas veces no me entiendo ni yo... imposible que me entiendan los demás.

No sé qué voy a hacer desde hoy en adelante pero sé que voy a intentar reconducir conductas que me han hecho mucho daño. Y voy a disfrutar de mi miopía porque, últimamente, me depara tantas sorpresas que no quiero perderme ninguna.

Con todo mi cariño para Nieves, Amalia, Pepe, Aarón, Maripaz, Raúl, mi adorada Raquel y tantos otros


Comentarios

  1. Miopía sentimental. Cuánta verdad encierran estas dos palabras. Tienes la sensibilidad acertada de transmitir tus pensamientos de forma pura y entrañable. Grande Raquel¡

    ResponderEliminar
  2. Muchas gracias, Esther. No sabes lo importante que eres ahora mismo en mi vida. El proceso va avanzando y me siento con fuerza para afrontarlo gracias a ti. Un besazo enorme

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

De perfiles

Renaciendo siempre

Recuerdos diluidos